El diagnóstico del TDAH sigue criterios ICD-10 de la World Health Organization WHO (Trastorno Hiperkinetico) o DSM-V de la Asociación Americana de Psiquiatría APA (TDA/TDAH).
Ambas clasificaciones son muy similares, si bien los criterios para el diagnóstico según ICD-10 (Trastrorno hiperkinetico) son algo más estrictos y requieren, entre otras cosas, que se presenten los 3 síntomas nucleares (hiperactividad, impulsividad e inatención), mientras que los criterios DSM-V admiten las presentaciones de inatento, hiperactivo/impulsivo o combinado.
A nivel de atención primaria, el médico de cabecera, o en su defecto el pediatra, por ejemplo, puede identificar a niños que posiblemente tengan TDAH. Esto puede realizarse mediante entrevista a padres y profesores, observación del niño, o cuestionarios especializados. La labor de estos profesionales es identificar las dificultades (población de riesgo), y derivar a estos niños y adolescentes a un especialista. Esta labor la pueden realizar también psicólogos del colegio, profesores o pedagogos si así detectan una dificultad.
En función de los síntomas que predominen, se pueden establecer tres tipos:
- Presentación predominante: Hiperactividad-Impulsividad
- Presentación predominante: Déficit de atención
- Subtipo combinado.